L
a Cartagena del Caribe donde nació Luis Felipe Jaspe (1846) era una ciudad amurallada y desolada. El fatídico sitio militar de los españoles, dirigido por Pablo Morillo (1815), acabó con casi la mitad de la población y su dirigencia. Luego de la guerra por la independencia vinieron las contiendas civiles entre corrientes políticas y élites territoriales; la peste del cólera (1849) y el cierre del canal del Dique que impidió la comunicación y el comercio con el interior del país, y que le restó a la ciudad su vocación portuaria. Fue gracias a la unión entre empresarios, artesanos, comerciantes, obreros, intelectuales, políticos como Rafael Núñez y artistas como Luis Felipe Jaspe, que los cartageneros lograron abrir paso a la “modernidad” y la ciudad comenzó a renacer.
La Cartagena de Jaspe era una ciudad que formaba parte del Gran Caribe. Las comunicaciones eran marítimas y ese era su entorno geográfico y cultural natural. También las relaciones comerciales y políticas se trenzaban en ese “lago de piedra” que había sido cuidadosamente fortificado por los españoles. La infraestructura colonial de la ciudad permanecía casi intacta. Las olas del mar rompían en las murallas. Caños y ciénagas rodeaban el archipiélago amurallado conformado por 4 barrios, la Catedral, San Pedro, Santo Toribio y Getsemaní. Un puente levadizo sobre el mar comunicaba los barrios de San Pedro y Getsemaní.
Las panorámicas que dibujó Jaspe son un testimonio de cómo se fueron derribando algunos lienzos de murallas y baluartes del sistema fortificado. Sobre esa ciudad amurallada Jaspe logró fundir un nuevo lenguaje arquitectónico, a su vez novedoso y respetuoso del existente. Fusionó dos estilos, el colonial y el republicano, que en algunos casos son imperceptibles, como en la Torre del Reloj (1888) o en el Teatro Municipal (1911) que insertó dentro de una iglesia colonial, La Merced, con un trabajo de carpintería de lujo.
Jaspe logró fundir un nuevo lenguaje arquitectónico, a su vez novedoso y respetuoso del existente. Fusionó dos estilos, el colonial y el republicano, que en algunos casos son imperceptibles.
Jaspe fue un maestro avanzado, un constructor, además de pintor, urbanista, paisajista, calculista. Fue el pionero de la arquitectura republicana de marca cartagenera que logra una atmósfera romántica y moderna. Sus obras son símbolo para los habitantes de la ciudad y consideradas como patrimonio colectivo.
